lunes, 25 de noviembre de 2013

Tengo fallos de memoria...¿Es Alzheimer?



Una de las quejas más habituales en las consultas de neuropsicología es la presencia de fallos de memoria.  Cuando las personas empiezan a notar que se le olvidan pequeñas cosas, comienza a pensar en la posibilidad de tener Alzheimer. Pero…¿Qué es la memoria? ¿Por qué la perdemos? ¿Siempre que hay fallos de memoria significa que hay demencia?

La memoria es una de las funciones que más preocupa perder con el avance de la edad.  Pequeños fallos, olvidos…hacen saltar la alarma, no sólo en el paciente sino también en la familia. Estos fallos de memoria suelen ir acompañados por un estado de ansiedad, preocupación y miedo: “¿Será Alzheimer?” “¿Qué me pasa?” “¿Seré incapaz de reconocer a mis familiares y amigos?” “¿Me volveré totalmente dependiente?”. Sin embargo, también hay casos en los que no se da importancia a estos fallos de memoria (“Son cosas de la edad”) y de mientras la enfermedad puede ir avanzando y la intervención necesaria puede llegar tarde.

La memoria es una función cognitiva situada principalmente en el hipocampo de nuestro cerebro. Parece que es la perdida de la proteína RbAp48  en este área del cerebro, la que provoca la pérdida de la memoria. Aunque generalmente hablamos de memoria como algo general, dentro de la memoria existen diferentes tipos: memoria sensorial, memoria a corto plazo, memoria a largo plazo, memoria explícita, memoria implícita…Cada una de ellas ocupa un lugar esencial dentro de esta función.


La memoria sensorial se encarga de aquella información que proviene de los sentidos, es decir, de estímulos y elementos que recibimos a través del tacto, del oído, del gusto, de la vista y del olfato.  Tiene una gran capacidad, pero su duración es muy breve. Normalmente esta memoria se mantiene preservada aún en estados graves de demencia o deterioro cognitivo.

La memoria a corto plazo tiene un mantenimiento de la información superior a la memoria de sensorial. La información recibida de la memoria sensorial es almacenada en la memoria a corto plazo durante 30 segundos. Es capaz de almacenar entre 5 y 9 elementos o agrupaciones (7+-2).

La memoria a largo plazo recibe la información relevante de la memoria a corto plazo, aquella que se quiere almacenar, mantener y recuperar a largo plazo. Su capacidad de almacenamiento de información es ilimitada. Dentro de la memoria a largo plazo nos encontraremos con la memoria procedimental o implícita y la memoria declarativa  o explicita. La memoria explícita es aquella que se activa de forma consciente y se encarga del almacenamiento de información, acontecimientos y hechos. Estaría formada por la memoria episódica (memoria autobiográfica) y la memoria semántica (conocimiento del lenguaje, del mundo, de la cultura, los hechos…). La memoria implícita, una vez adquirida la información, es inconsciente y se refiere a las habilidades o destrezas adquiridas, al cómo hacer las cosas.

Tras hacer un breve repaso a las características de la memoria,  es importante destacar que una pérdida de memoria o fallo de memoria no siempre significa la presencia de Alzheimer. Si bien es cierto que uno de los primeros signos del Alzheimer son pequeños fallos de memoria cotidianos, es necesario que se den otras alteraciones a nivel práxico, afásico, agráfico, agnósico y dificultades en las funciones ejecutivas… Además, los fallos de memoria pueden ser debidos a otras causas; una lesión cerebral (TCE, Ictus…), presencia de un tumor cerebral, una infección cerebral, periodos de amnesia, otros tipos de demencia, Parkinson, Enfermedad de Pick, Esclerosis Múltiple, alcoholismo prolongado, enfermedad de Huntington, epilepsia, hidrocefalias… Trastornos de ansiedad, periodos de estrés, estados depresivos y uso de determinados medicamentos, también pueden acompañarse de fallos en la memoria. Sin embargo, no hay que olvidar que los fallos de memoria se incrementan con la edad y que en ocasiones son normales y no debidos a ninguna enfermedad ni trastorno.

¿CUANDO HAY QUE PREOCUPARSE?

- Son incapaces de decir una determinada palabra, de nombra un objeto...Y usan de forma reiterada expresiones como "Pásame eso, el chisme aquel...".
- Realizan las mismas preguntas de forma repetitiva.
- Confunden palabras como por ejemplo silla por mesa.
- Tienen olvidos en actividades de su vida diaria y son incapaces de ejecutar estas actividades como la realizaban anteriormente. Necesitan una supervisión. Por ejemplo se olvidan del fuego, se olvidan de que pasos son necesarios seguir para cocinar una tortilla de patata...
- Olvidan donde dejan las cosas de forma continuada.
- Se desorientan a nivel espacial en lugares que son conocidos para ellos.
- Son incapaces de seguir una orden indicada.
- Presentan episodios de desorientación.
- Presentan cambios anímicos.
- Tienen dificultades para adquirir nuevos aprendizajes y en el cálculo.


¿QUÉ HACER CUANDO COMIENCE A NOTAR FALLOS DE MEMORIA?

Es aconsejable acudir a un neurólogo que haga una exploración adecuada, con unas pruebas complementarias y una exploración neuropsicológica, de manera que se logre un correcto diagnóstico y tratamiento de acuerdo con la situación en la que se encuentre el paciente.


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