Cómo sabéis, este mes, desde Martínez Bardají Psicología y Salud, queremos poner nuestro granito
de arena en la Campaña 12 meses. 12
causas, destinada a la prevención y detección de los principales síntomas
que acompañan el Ictus. Para ello, estamos ofreciendo evaluaciones neuropsicológicas gratuitas a lo largo de este mes de
Octubre. Además desde el blog, os queremos acercar información de esta
patología que se hace cada vez más presente en nuestro entorno y en personas
cada vez más jóvenes.
Las enfermedades vasculares cerebrales son
alteraciones transitorias o definitivas del funcionamiento de una o varias
zonas del encéfalo (cerebro, cerebelo y tronco cerebral) que aparecen como
consecuencia de un trastorno circulatorio como puede ser una reducción en la
aportación de sangre, oxígeno y glucosa. Frecuentemente se producen alteraciones cognitivas, emocionales,
conductuales, físicas o de personalidad.
Los ictus o
accidentes cerebrovasculares son
episodios de aparición súbita, aguda o subaguda en los que a causa de una
lesión primaria o secundaria localizable en cualquier punto del sistema cardiovascular
se produce un déficit neurológico permanente o transitorio en relación con la
zona afectada (Portellano, 2005).
Existen dos tipos de trastornos cerebrales: isquémicos o hemorrágicos. La isquemia
se produce a consecuencia de la disminución del flujo sanguíneo provocando así
un área de infarto cerebral. El 85% de la patología vascular cerebral
corresponde con un accidente cerebrovascular isquémico. Generalmente las
isquemias son causadas por un crecimiento de placas dentro de las arterias.
Cuando el coágulo se forma en la placa e interrumpe el flujo sanguíneo en ese
punto se denomina trombólico, mientras que si el coágulo se forma en un lugar
diferente de donde se interrumpe el flujo se llama embolia. El otro tipo de
trastorno cerebral, la hemorragia cerebral, surge debido a una extravasación
sanguínea. El 15 % de los trastornos vasculares cerebrales se corresponden con
esta patología.
Principales factores de riesgo
- Hipertensión arterial
- Diabetes Mellitus
- Hiperlipidemia (elevados niveles de colesterol, triglicéridos…)
- Enfermedades cardiacas
- Tabaquismo
- Alcohol
- Traumatismos craneoencefálicos, Infecciones del SNC, anticonceptivos orales…
Principales síntomas de detección precoz
Una rápida intervención ante los principales síntomas de un ictus
reducirán las consecuencias de la lesión cerebral. Ante la presencia de
cualquier de los siguientes síntomas, se debe acudir rápidamente a los
servicios de urgencia (Sociedad Española de Neurología, 2013):
1. Pérdida de fuerza repentina de la cara, brazo y/o pierna de un
lado del cuerpo.
2. Trastorno repentino de la sensibilidad, sensación de
“acorchamiento u hormigueo” de la cara, brazo y/o pierna de un lado del cuerpo.
3. Pérdida súbita de visión parcial o total en uno o ambos ojos.
4. Alteración repentina del habla, dificultad al expresarse y ser
entendido por quien nos escucha.
5. Dolor de cabeza súbito de intensidad inhabitual y sin causa
aparente.
6. Sensación de vértigo, desequilibrio si se acompaña de cualquier
síntoma anterior.
¿Qué secuelas neuropsicológicas se pueden presentar?
Las secuelas neuropsicológicas presentes
tras la lesión pueden ser muy variadas y heterogéneas y dependerán de si ha
sido de naturaleza isquémica o hemorrágica así como de la localización cerebral
afectada. La isquemia produce unos déficit cognitivos y sensoriomotores más localizados,
mientras que la hemorragia genera consecuencias más amplias y difusas. A nivel general, según la arteria cerebral
afectada, nos podemos encontrar con las siguientes secuelas (Portellano, 2005):
Ø
Arteria
cerebral anterior: hemiparesia contralateral, trastornos en el
nivel de alerta, desinhibición, impulsividad, dificultades para el inicio del
lenguaje, síndrome disejecutivo y síndrome de desconexión, afasia transcortical
motora y trastornos obsesivo-compulsivos y pseudopsicopatias…
Ø
Arteria
cerebral media: afasia sensorial y motriz, déficit sensoriomotor contralateral,
agrafia, acalculia, alexia, apraxia constructiva y del vestir, alteración de la
memoria visual y alteraciones motoras, síndrome de heminegligencia…
Ø
Arteria
cerebral posterior: alteraciones visoperceptivos, agnosia visual,
prosopagnosia, afasia sensorial transcortical, alteración en la memoria,
trastornos del lenguaje…
La rehabilitación
neuropsicológica irá destinada a evaluar y detectar estas consecuencias que
se hayan presentado tras la lesión y a la aplicación de técnicas que permitan
la estimulación integral y la reactivación cognitiva de las funciones
cerebrales afectadas. Se ofrecerá asesoramiento y apoyo para la adaptación a
esta nueva situación y pautas de intervención destinadas a la reducción de las
alteraciones conductuales, siempre todo ello, procurando que la persona alcance
la mayor autonomía posible en su día a día. En Martínez Bardají Psicología
ofrecemos además, talleres de estimulación cognitiva individuales y/o grupales,
psicoeducación y tratamiento psicológico personalizado.
Fuentes:
Portellano, J.A. (2005) Trastornos
Vasculares cerebrales. Introducción a la neuropsicología (pp. 35-42). Madrid:
Mc Graw Hill
Sociedad Española de Neurología. (2013).
12 meses, 12 causas: Para vencer el Ictus, todos contamos. Detectarlo es vital.
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