martes, 15 de octubre de 2013

Martinez Bardají Psicología con el ictus



Cómo sabéis, este mes, desde Martínez Bardají Psicología y Salud, queremos poner nuestro granito de arena en la Campaña 12 meses. 12 causas, destinada a la prevención y detección de los principales síntomas que acompañan el Ictus. Para ello, estamos ofreciendo evaluaciones neuropsicológicas gratuitas a lo largo de este mes de Octubre. Además desde el blog, os queremos acercar información de esta patología que se hace cada vez más presente en nuestro entorno y en personas cada vez más jóvenes.

Las enfermedades vasculares cerebrales son alteraciones transitorias o definitivas del funcionamiento de una o varias zonas del encéfalo (cerebro, cerebelo y tronco cerebral) que aparecen como consecuencia de un trastorno circulatorio como puede ser una reducción en la aportación de sangre, oxígeno y glucosa. Frecuentemente se producen alteraciones cognitivas, emocionales, conductuales, físicas o de personalidad.

Los ictus o accidentes cerebrovasculares son episodios de aparición súbita, aguda o subaguda en los que a causa de una lesión primaria o secundaria localizable en cualquier punto del sistema cardiovascular se produce un déficit neurológico permanente o transitorio en relación con la zona afectada (Portellano, 2005).
Existen dos tipos de trastornos cerebrales: isquémicos o hemorrágicos. La isquemia se produce a consecuencia de la disminución del flujo sanguíneo provocando así un área de infarto cerebral. El 85% de la patología vascular cerebral corresponde con un accidente cerebrovascular isquémico. Generalmente las isquemias son causadas por un crecimiento de placas dentro de las arterias. Cuando el coágulo se forma en la placa e interrumpe el flujo sanguíneo en ese punto se denomina trombólico, mientras que si el coágulo se forma en un lugar diferente de donde se interrumpe el flujo se llama embolia. El otro tipo de trastorno cerebral, la hemorragia cerebral, surge debido a una extravasación sanguínea. El 15 % de los trastornos vasculares cerebrales se corresponden con esta patología.

Principales factores de riesgo


  • Hipertensión arterial
  • Diabetes Mellitus
  • Hiperlipidemia (elevados niveles de colesterol, triglicéridos…)
  • Enfermedades cardiacas
  • Tabaquismo
  • Alcohol
  • Traumatismos craneoencefálicos, Infecciones del SNC, anticonceptivos orales…



Principales síntomas de detección precoz


Una rápida intervención ante los principales síntomas de un ictus reducirán las consecuencias de la lesión cerebral. Ante la presencia de cualquier de los siguientes síntomas, se debe acudir rápidamente a los servicios de urgencia (Sociedad Española de Neurología, 2013):

1.       Pérdida de fuerza repentina de la cara, brazo y/o pierna de un lado del cuerpo.
2.       Trastorno repentino de la sensibilidad, sensación de “acorchamiento u hormigueo” de la cara, brazo y/o pierna de un lado del cuerpo.
3.       Pérdida súbita de visión parcial o total en uno o ambos ojos.
4.       Alteración repentina del habla, dificultad al expresarse y ser entendido por quien nos escucha.
5.       Dolor de cabeza súbito de intensidad inhabitual y sin causa aparente.
6.       Sensación de vértigo, desequilibrio si se acompaña de cualquier síntoma anterior.

¿Qué secuelas neuropsicológicas se pueden presentar?


Las secuelas neuropsicológicas presentes tras la lesión pueden ser muy variadas y heterogéneas y dependerán de si ha sido de naturaleza isquémica o hemorrágica así como de la localización cerebral afectada. La isquemia produce unos déficit cognitivos y sensoriomotores más localizados, mientras que la hemorragia genera consecuencias más amplias y difusas.  A nivel general, según la arteria cerebral afectada, nos podemos encontrar con las siguientes secuelas (Portellano, 2005):

Ø  Arteria cerebral anterior: hemiparesia contralateral, trastornos en el nivel de alerta, desinhibición, impulsividad, dificultades para el inicio del lenguaje, síndrome disejecutivo y síndrome de desconexión, afasia transcortical motora y trastornos obsesivo-compulsivos y pseudopsicopatias…
Ø  Arteria cerebral media: afasia sensorial y motriz, déficit sensoriomotor contralateral, agrafia, acalculia, alexia, apraxia constructiva y del vestir, alteración de la memoria visual y alteraciones motoras, síndrome de heminegligencia…
Ø  Arteria cerebral posterior: alteraciones visoperceptivos, agnosia visual, prosopagnosia, afasia sensorial transcortical, alteración en la memoria, trastornos del lenguaje…


Además se pueden presentar cambios en la personalidad, manifestando actitudes que hasta el momento no se habían presentado y que son consecuencia de la lesión (agresividad, impulsividad, apatía, desinhibición, incoherencia, desconexión con la realidad…). También se puede dar una afectación a nivel emocional, presentando la persona afectada una sintomatología depresiva asociada a la incapacidad para adaptarse a esta nueva situación o sintomatología ansiosa, a consecuencia de la presencia de miedo de una nueva repetición del episodio y de la incertidumbre sobre que pasará con él/ella.

La rehabilitación neuropsicológica irá destinada a evaluar y detectar estas consecuencias que se hayan presentado tras la lesión y a la aplicación de técnicas que permitan la estimulación integral y la reactivación cognitiva de las funciones cerebrales afectadas. Se ofrecerá asesoramiento y apoyo para la adaptación a esta nueva situación y pautas de intervención destinadas a la reducción de las alteraciones conductuales, siempre todo ello, procurando que la persona alcance la mayor autonomía posible en su día a día. En Martínez Bardají Psicología ofrecemos además, talleres de estimulación cognitiva individuales y/o grupales, psicoeducación y tratamiento psicológico personalizado.

Fuentes:
Portellano, J.A. (2005) Trastornos Vasculares cerebrales. Introducción a la neuropsicología (pp. 35-42). Madrid: Mc Graw Hill
Sociedad Española de Neurología. (2013). 12 meses, 12 causas: Para vencer el Ictus, todos contamos. Detectarlo es vital.

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