miércoles, 18 de diciembre de 2013

¿ES IGUAL UN DAÑO EN UN CEREBRO ADULTO QUE EN UNO INFANTIL?



Tendemos a pensar que cuando se da una lesión cerebral en niños tendrá una recuperación neurocognitiva mejor que los adultos. ¿Hasta qué punto esto es así? ¿Es cierto esto?

Cuando hablamos de rehabilitación neuropsicológica siempre nos centramos en la capacidad que tiene nuestro cerebro para adaptarse y reorganizar las funciones tras la lesión, lo que conocemos como plasticidad cerebral. Si bien es cierto que este proceso se da, ¿qué pasa si el cerebro aún no está totalmente formado? ¿Si aún no se han organizado sus funciones? Es decir, cuando un cerebro infantil aún está en evolución. ¿Funciona de la misma manera la plasticidad?  Es aquí cuando entra en juego la vulnerabilidad cerebral. Durante nuestro desarrollo evolutivo tenemos unos periodos críticos (ventanas temporales) donde se deben desarrollar nuestras funciones cognitivas y donde adquirimos nuestras habilidades e hitos evolutivos. Cuando una lesión interrumpe estos periodos críticos, puede darse el caso de que la función o habilidad no se haya asentado o que se asiente de forma incorrecta o parcial en nuestro cerebro. Es entonces cuando la rehabilitación se vuelve más complicada y aunque exista la plasticidad cerebral anteriormente comentada, ésta puede incluso no beneficiar un funcionamiento cerebral adecuado.


Por eso, el cerebro infantil debe ser tratado y evaluado de forma diferente al de los adultos, porque un cerebro infantil con un daño cerebral adquirido aún no ha terminado su evolución y por ello, es muy complicado en ocasiones determinar la evolución de estos niños, ya que son muchos factores (no sólo cerebrales) los que entrarán en juego para su rehabilitación.

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